Es un alimento excepcionalmente nutritivo. Rico en acido laúrico, acido caprílico y acido mirístico, ácidos grasos que le confieren propiedades antibacterianas, antimicóticas y antivirales, ayudando a prevenir infecciones y mejorando el sistema inmunológico.
Gracias a que aumenta el metabolismo, puede ayudar a la perdida de peso y es una excelente fuente de energía. El aceite de coco soporta altas temperaturas, lo cual lo hace ideal para freír y hornear, aportando un agradable sabor a sus comidas.